viernes, 24 de mayo de 2013


Caminos para que las pymes adquieran una logística eficiente y competitiva:

  ¿Para ayudar en esta tarea del qué hacer?, se proponen cinco pasos, algunos conceptuales, otros operativos, pero que son complementarios y que en su conjunto conforman un sistema. Sistema que aspiramos a que pueda extender como una mancha de aceite en el entramado empresarial: 
  1.  Es preciso hacer un diagnóstico, simple y nada complicado. Hoy, la capacitación va más allá de adecuar conocimientos y habilidades, debe tratarse como un diferencial competitivo orientado a cambiar actitudes. El primer paso es diagnosticas cómo la estructura puede potenciar el negocio y medir la distancia entre las habilidades y las necesidades. Esto es especialmente importante en las etapas de incertidumbre, donde lo que muchas veces se impone la inacción. El camino justamente es el contrario, avanzar sobre lo que está en marcha y mantener a los funcionarios y a los trabajadores comprometidos. La definición de prioridades ayudará a elegir planes que produzcan resultados mensurables con impacto para el negocio.  
  2.  Considerar las posibilidades: en la mayoría de los países, y en el Uruguay en particular, se ha entendido que la formación, la capacitación y el desarrollo de habilidades, esto es la educación, es la frontera a conquistar para el desarrollo, en todos los niveles, desde el trabajador hasta la empresa más importante. Existen recursos para la capacitación del capital humano, desde la base a la cabeza de la pirámide. Y en los casos en que eso no sea posible, la formación y el desarrollo de habilidades será una inversión tan reproductiva como la adquisición de bienes de capital, o bienes de uso. Pocas veces en la historia del país se ha visto una preocupación igual y una disponibilidad de recursos para ello de la magnitud existente, y es preciso aprovechar el momento. Todo, políticamente, económica y empresarialmente, muda de acuerdo a las coyunturas predominantes. Pero antes, evaluar lo que realmente se necesita, de lo contrario, la inversión es costo y los recursos serán desperdiciados. 
  3. Definir la línea de trabajo: con el diagnóstico realizado, evaluar las alternativas de acción: talleres y proyectos organizacionales?, encuentros de formación con los proveedores para mejorar el relacionamiento y avanzar en asociaciones productivas?, capacitar al personal de base?, mejorar al personal de supervisión y encargados, no solamente en logística sino también en relaciones humanas?, capacitación en la empresa o en una institución?. Un curso en la empresa llevará a diseñar una actividad piloto que represente, en forma aleatoria, a la organización, haciéndose las modificaciones para el resto de las actividades, centradas en las necesidades de la empresa. Asistir a un curso abierto le permitirá a la pyme compartir experiencias con otros empresarios, cosa que es tremendamente valiosa para las firmas familiares. 
  4.  El fortalecimiento de los mandos medios: optar por una capacitación que involucre a todas las estructuras demanda una inversión alta, no tanto eventualmente, con los recursos disponibles y con las facilidades que en algún caso ofrece el Estado. Una estrategia efectiva es fortalecer a los mandos medios para que tengan herramientas que derramar en cascada. Ellos son los denominados “guardianes de la cultura corporativa”. El impacto a causar puede ser alto para bajar a las restantes jerarquías no solamente herramientas técnicas sino también la estructura de la empresa y una efectiva orientación de hacia adonde va el negocio. Esto debe ir acompañado, casi invariablemente, del desarrollo de programas de comunicación interna. Un beneficio adicional que pocas veces se percibe, es el aumento de la fidelidad, el sentido de pertenencia y la reducción en la rotación, así como el aumento de la auto estima – en aquellos componentes no salariales de las retribuciones – que provoca en los beneficiarios. 
  5.  La potenciación del liderazgo: frente a una coyuntura incierta o con altibajos, no sirve demasiado democratizar la gestión. Es preciso que los responsables de la gestión asuman el timón y un liderazgo decidido para inspirar confianza en los empleados y trabajadores, proveedores y consumidores, esto es, en todos los clientes, internos y externos. La gente necesita brújulas que marquen el rumbo en los tiempos en que se avizoran tormentosos y necesita seguridad. Hay que armar programas intensos para motivar. Quedarse paralizado es la peor elección que se puede tomar.
          Extrato del artículo "Apostar a la capacitación logística: instrumento genuino de competitividad para las Pymes" publicado por la Corporación Sudamericana de Logística.